REPARADORES DE MUROS CAÍDOS

REPARADORES DE MUROS CAÍDOS

NO a todo tipo de discriminación

Somos respetuosos del ser humano, sea cual sea su condición social, cultural, intelectual, raza, color de piel, religión, elección y opción en su vida de relaciones, su actividad sexual, su contexto de vida, su pasado, su presente y su futuro.

No estamos puestos en la Tierra para ser jueces, facistas, legalistas, hipócritas,tiranos. Dios nos ama tal cual como somos.

En la peor de las condiciones de la Humanidad Jesucristo fue a la Cruz para que esa condición fuera revertida ante el Creador.

No nos metemos con la opinión de otros Grupos, Blogs, Páginas, que enfaticen en sus posturas pro- o contra algo.

Desde aquí damos información y nuestro concepto basado en la vida con Dios, las experiencias y testimonios publicados. Quien quiera entrar, ver, dejar su comentario está en su derecho. Deseamos no ser atacados, agredidos por Grupos, personas individuales, Asociaciones que no piensan como Reparadores de muros caídos. No encontrarán en el Blog, ninguna afrenta a quienes no piensan igual que nosotros. Gracias.







6/4/17

El desafío del perdón Lo dicen las religiones, y ahora también la psicología: aferrarse a agravios pasados afecta la salud y la calidad de vida. Saber perdonar es, ante todo, un acto de amor hacia uno mismo. Los especialistas coinciden en que el rencor siempre es mal negocio. La psicóloga sistémica Fátima Salinas, considera que "vivir instalados en el resentimiento significa renovar el daño recibido en otro tiemo y sentirlo como si lo estuvieran realizando en el presente. Esta actitud refuerza la energía negativa, baja la autoestima y propicia un sinnúmero de mecanismos de defensa". De qué forma responde el organismo ? Los rencores invaden la corteza cerebral, con lo que el pensamiento y todas las actitudes acaban enfocadas en el agresor, se producen idea
s de venganza que limitan la capacidad de razonar. Esto se manifiesta con malestares que pueden enmarcarse en un síndrome de estrés o en cuadros depresivos. Cuando una persona recuerda un episodio de desdicha, le aumenta la presión arterial, el pulso y el tono muscular. Con el tiempo, esta situación compromete el sistema neuroendocrino, se alteran las hormonas y disminuyen las defensas y hay mayor vulnerabilidad a infecciones y a enfermedades. (Fuente: Viva-Clarín-Patricia Edgar) 11-10-09

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