
El hombre se hará maduro espiritualmente cuando entiende que los sentimientos siempre serán el punto donde mas lento es el cambio que Dios desea producir en él. Aunque la lucha por la sanidad, la santidad sea muy dura, debemos volver una y otra vez a esta decisión. Aún cuando sigue el dolor intenso de los recuerdos, las preguntas que aún no han tenido respuesta, el dolor que causa morir al yo falso, debemos volver una y otra vz a esta decisión, hasta que los sentimientos lentamente se acomoden a la realidad espiritual que hemos escogido con nuestra voluntad delante de Dios.
Ser santo o no, debemos entender que depende enteramente de una decisión conciente que tomamos en nuestro corazón.
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